Que estamos a finales de noviembre y por fin parece que apetecen guisos. Y hoy tenemos una receta de albondigas de chuparse los dedos. Con una salsa deliciosa, un poco potente a nivel calórico, eso si, pero que te apaña un día de frío. Dicen que es una auténtica receta de albóndigas suecas, pero quien sabe. El caso es que está de vicio.
Hay algunos blogs que sigo desde hace bastante tiempo, entre ellos el blog de Donal Skehan, un irlandés desenfadado que hace platos que son una delicia para los ojos. En él nos inspiramos una vez más adaptando la receta a nuestra nevera, como siempre.
Hoy hemos usado, como solemos hacer todos los meses Carne Villa María para nuestra receta, y como siempre no nos ha fallado. Una carne picada que ya nos ha dado otras albóndigas, como las tradicionales albóndigas a la española, con su patata frita en cuadraditos que hacían nuestras madres o el Kibbeh, que aunque era de cordero, la puedes preparar con ternera y te quedará super rica, con sus especias y piñones.
Estamos pensando en asados ricos, vistosos y fáciles para estos días y a ser posible baratos. Tenemos echado el ojo a uno que os va a encantar, seguro. Estad atentos.
ALBONDIGAS SUECAS ESTILO IKEA
Ingredientes -para 4 raciones– :
400 g de carne picada
2 cucharadas de pan rallado
50 g de cebolla picada muy fina
1 huevo
50 g de mantequilla
1 cucharada de harina
200 ml de leche
800 g de patatas
Eneldo
Sal
Pimienta
Tiempo de elaboración: 45 minutos
Preparación:
Comenzamos poniendo a hervir las patatas peladas hasta que estén tiernas. Mientras se cuecen para el puré haremos el resto del plato.
Preparamos las albóndigas la carne picada con la cebolla, el pan rallado, y el huevo, que batiremos ligeramente. Salpimentamos al gusto. Si las haces no muy grandes se cocinarán al freír completamente. Y las freímos, como hemos dicho en Aceite de Oliva con una cucharada de mantequilla. Ojo, no margarita.
Lo siento por los puristas, pero no nos sale del alma freír en mantequilla. Aunque en este caso si le hemos puesto una poquita para dar sabor.
Reservamos las albóndigas y tomamos una par de cucharadas de la grasa de freír y le añadimos la cucharada de harina. Removemos muy bien hasta que esté bien dorada y le añadimos 100 ml de la leche para conseguir la salsa. Salpimentamos bien. Probamos y rectificamos si es necesario. Dejamos hervir unos minutos hasta que la salsa tenga la consistencia que queramos. Cuanto más tostada esté la harina más morena quedará la salsa.
Terminamos el plato preparando el puré, con la patata machacada o pasada por el pasapurés, el reso de la leche y una nuez de mantequilla. Salpimentamos al gusto y mezclamos todo bien.
Solo queda servir una buena montaña de puré, el montón correspondiente de albóndigas y cubrir con la salsa deliciosa que hemos preparado. Ponemos por encima bien de eneldo, que le dará el toque mágico y listo.
Parece ser que no sobra una buena cucharada de mermelada de arándanos o de bayas rojas. Nosotros no teníamos ni la echamos de menos.
Una pizquita de calor para el alma. Pepacooks
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