
Creo que nosotros somos de los raros que nos gusta ver las “mascletás” al borde de la valla. Es una sensación inigualable y un poco adictiva si tienes la oportunidad de ver unas cuantas. Quizás lo más impresionante no es el ruido en sí, que es muy alto, si no el baile del cuerpo al recibir la onda expansiva. Sin par.
Y para recuperar, lo mejor son unos buñuelos de calabaza. Dicen que ya no los hacen como antes. Que si no llevan tanta calabaza, que si son muy caros… Lo de siempre.
Pues aquí va una receta con un montón de calabaza que tiene su origen en un pueblito de Valencia y que estando publicada por Chocolatisimo es 100% confiable.
Con éstas cantidades quedan unos buñuelos muy jugosos, pero que muy jugosos, y es debido a que la masa queda esponjosa por la baja cantidad de harina y le levadura. Es más fácil formarlos con una cuchara, aunque queden redondos y sin el típico agujero en el centro, pero el sabor es el mismo, aunque si eres valiente, te mojas bien las manos en agua y los puedes formar con la mano.
BUÑUELOS DE CALABAZA
Ingredientes -para 20 buñuelos– :
300 g de calabaza
150 g de harina normal
6 g de levadura de panadero
Caldo de hervir la calabaza
Tiempo de elaboración: 55 minutos
Preparación:
Hervimos la calabaza en trocitos en agua. Sacamos del agua, que reservamos, escurrimos bien y dejamos enfriar.
Machacamos con una tenedor, añadimos un poco de harina y un un par de cucharadas del agua de la cocción. Deshacemos la levadura y mezclamos bien.
Una vez todo bien unido, incorporamos el resto de la harina y corregimos de agua si es necesario hasta que quede una masa con textura de papilla espesa. Un poco pegajosa. Dejamos levar hasta que doble el volumen.
Calentamos aceite de girasol bien fuerte y freímos los buñuelos con la cantidad aproximada que cabe en una cuchara sopera. Dejamos que se doren bien y damos la vuelta en el aceite para que se hagan bien por el otro lado. Se habrán hinchado y estarán crujientes por fuera y la harina bien frita por dentro. Sacamos y escurrimos bien el aceite sobrante.
Solo queda espolvorear con azúcar y disfrutar. Tendrán un maravilloso color naranja en su interior.
NOTA: Como hemos comentado arriba un par de cucharas te ayudarán a formar los buñuelos y ponerlos en la sartén más fácilmente. No hace falta que tengas que acercar la mano al aceite caliente si te da miedo.
Valeeeenciaaaa. Pepacooks

