
La otra manera.
En casa siempre nos han gustado más las torrijas de leche. Son, por decirlo de alguna manera, nuestras torrijas. Después siempre estaba la otra manera. La de las torrijas de vino, que son las que os enseñamos hoy.
Las torrijas de vino en casa son como ese pedazo de turrón blando que se queda en el plato durante un mes hasta que alguien se decide a darle una muerte digna. Dan vueltas por la nevera durante unos días hasta que una noche no tienes que cenar y te calientas un vaso de leche y decides acompañarlo del último visitante de la Semana Santa. Hay cosas que dan pena y esta es una de ellas, la triste torrija de vino abandonada.
Nosotros preparamos las torrijas con el pan de torrijas que aprendimos a hacer el año pasado. Está genial y os aconsejamos que lo probéis. Os gustará seguro.
TORRIJAS DE VINO CASERAS
Ingredientes -para 20 torrijas no muy grandes- :
Un pan de torrijas
2 l de vino blanco
200 g de azúcar
3 huevos
Canela
Azúcar para decorar
Tiempo de elaboración: 35 minutos
Preparación:
Ponemos el vino en un cazo y lo templamos para diluir en el azúcar y media cucharadita de canela en polvo.
Cortamos en pan en rebanadas. Gruesas y jugosas por dentro o largas o redondas y pequeñas… Colocamos las rebanadas en una fuente.
Nosotros solo usamos una fuente, así que vertemos el vino por encima para que se empapen y les damos la vuelta.
Batimos los huevos y los añadimos al pan que está en remojo junto al vino y le damos una vuelta más.
Calentamos el aceite de oliva, en el que iremos poniendo las rebanadas bien recaladas con mucho cuidado. Deben estar muy tiernas, se pueden romper. Freimos hasta que estén bien doradas.
Las sacamos a un plato con papel absorbente para quitar el exceso de aceite y las pasamos por una mezcla de azúcar y canela.
Solo queda que enfríen y listas para disfrutar.
Pepacooks

