Es que ya apetece algo calentito. En dos horas hemos pasado de una día primaveral, al otoño más oscuro, aunque parece que todavía no va a mojarnos el ánimo y seguirá brillando el sol.
Dentro de poco estarán a tope las calabazas y teníamos una receta con calabazas pendiente de probar. Para adelantarnos y daos la posibilidad de que las disfrutéis cuando mejor estén os la contamos.
Con esta receta de confirma el hecho que no hay que poner agua en la mayoría de verduras y hortalizas para disfrutarlas. El vapor y/o rehogarlas hace que se disfrute mucho más de su sabor y evitamos ahogarlas, que solo provoca que se queden tristes y pierdan su color. Os contamos como queda nuestra calabaza de hoy.
Ingredientes:
Media calabaza
Queso rallado (hoy Cheddar)
Aceite de Oliva
Una cucharada de mantequilla
2 cucharadas de harina
Medio litro de leche
Un huevo
Sal y nuez moscada
Comenzamos cortando la calabaza en cuadraditos y rehogandola a fuego lento en aceite de oliva.
Una vez tierna la pasamos por el pasapurés. Preparamos una bechamel ligerita con los ingredientes que nos quedan e incorporamos el puré de calabaza. Incorporamos un huevo batido como para tortilla.
Además la hemos pasado por la batidora, que le da más cremosidad.
Solo queda poner la crema en un cuenco resistente al horno y cubrir con queso rallado.
Gratinamos.
Servimos con unos pedazos de la calabaza rehogada por encima para dar un poco de textura a la crema. Plato caliente que nos ayuda a entrar en el otoño con el pie derecho.
Pss,pss: Otro sopita??, esta de pescado esta de vicio…
