¿Recordáis la primera vez que mordisteis el chicle ese que al masticar salía un chorrito de líquido de su interior? Así es la sensación. Resistente por fuera y suave por dentro, ambas a la vez. Una relación extraña de una croqueta con un chicle.
Es curioso como sensaciones te llevan a recordar el pasado, la infancia en muchos casos, esa época de recuerdos bonitos. Porque las sensaciones o los sentimientos son lo que nos mantienen vivos, alegres casi siempre y con ganas de mejorar.
Es una gran idea retener esas sensaciones. Guardate cinco minutos al día para tí. Piensa en la cosa más bonita que te haya pasado. Cierra los ojos y disfruta de ella hasta que te haga sonreír. Respira lentamente y concentrate, porque habrá un día en el que alguna sensación te haga rememorar ese recuerdo y tu reacción será sonreír. Y será genial. …