Preparar una cena con antelación para que no estés metida en la cocina hasta justo antes de comenzar puede ser un reto. Por eso lo mejor es adelantar todo lo que puedas antes de servir. El año pasado ya preparamos otros bocaditos rellenos del típico salmón ahumado y queso crema y para este año viendo unos parecidos con cigalas, hemos tirado por la versión financieramente aceptable.
Por que la Navidad debería dejar de ser una época de gastar y pasar a ser una época de compartir. Dejar de gastar en comida que hoy en día es un lujo y buscar con antelación producto de calidad aceptable y más barato para compartirlo con la misma ilusión que si fuese caro. Ese es el espíritu de la Navidad.
Con un marisco barato, unas simples espinacas y un poco de queso, queda un resultado genial.