La verdad es que si consigues unas fresas en temporada dulces y maduras no hay comparación con comerlas recién lavadas. Eso si, si algo te puede hacer salivar más, es la tarta de hoy.
Una tarta que al prepararla intentaremos que tenga un profundo aroma a fresas con la fruta en el relleno y en la cobertura y ayudados de los polvitos mágicos que teníamos en la despensa desde hace tiempo. ¡El Nesquick de fresas!
Si, tiene truco especial, pero si no lo tienes no pasa nada. Toma un par de cucharadas del las fresas del relleno y añadelas a la cobertura para que tome aroma y color y si la quieres más “fresa” puedes ayudarte de unas gotas de colorante rojo.
La tarta es un espectáculo a la vista y no os engaño si os digo que está de autentico vicio. El bizcocho es del tipo “White Cake”, con un rico sabor almendrado. Pero eso es otra historia y será para la tarta del próximo mes. Ya veréis como os gusta también.
Si os gusta la fresa, no podéis dejar de probarla agridulce o con un sabayón, ya que os sobrarán yemas de esta receta, si usáis los huevos frescos.
…