Creo que nosotros somos de los raros que nos gusta ver las “mascletás” al borde de la valla. Es una sensación inigualable y un poco adictiva si tienes la oportunidad de ver unas cuantas. Quizás lo más impresionante no es el ruido en sí, que es muy alto, si no el baile del cuerpo al recibir la onda expansiva. Sin par.
Y para recuperar, lo mejor son unos buñuelos de calabaza. Dicen que ya no los hacen como antes. Que si no llevan tanta calabaza, que si son muy caros… Lo de siempre.
Pues aquí va una receta con un montón de calabaza que tiene su origen en un pueblito de Valencia y que estando publicada por Chocolatisimo es 100% confiable.
Con éstas cantidades quedan unos buñuelos muy jugosos, pero que muy jugosos, y es debido a que la masa queda esponjosa por la baja cantidad de harina y le levadura. Es más fácil formarlos con una cuchara, aunque queden redondos y sin el típico agujero en el centro, pero el sabor es el mismo, aunque si eres valiente, te mojas bien las manos en agua y los puedes formar con la mano.