Hace más de nueve años que pasamos nuestra luna de miel en Egipto y desde entonces hemos estado buscando una receta de falafel que nos recordase al que tomamos allí.
Fue un viaje maravilloso, de esos que recuerdas para siempre, sobre todo porque estuvo todo organizado por un guía de esos que hacen que nunca te falte de nada. Zonas nada fáciles de visitar como la Ciudad de los muertos o mercados nocturnos, pasar los controles de policía antes de que pusieran las calles para llega al Valle de los Reyes sin que nos diese el sol y poder pasar el mediodía en la piscina, tumbas junto a las pirámides de esas que no se acerca nadie. En resumen, un viaje increíble.
Y allí descubrimos el pan pita más maravilloso del mundo, recién hecho, tahine para mojar, platos locales que yo no se ni como se llaman y falafel. Croquetas de habas, como él lo llamaba, que eran la comida de los pobres. Crujientes y suaves. Una delicia.
La versión que más nos recuerda a ellos, que no se deshace al freír, que imita a la perfección el color y el aroma es ésta que contó Abraham García en su programa de Canal Cocina hace unos meses. Desde entonces no dejamos de prepararla, porque además de estar deliciosa, congela fenomenal y te resuelve una cena acompañada de una ensalada. Solo hay que freír. Os contamos: …