Nuestra primera receta este otoño de legumbres va de alubias. Aún nos quedaban unas poquitas alubias de Tolosa que queríamos preparar así nada más comerlas en La sidrería Donosti en Madrid. Sencillas y sin artificios.
Es un guiso de lo más simple, de esos que empiezan en frío y se hacen de una tacada.
Vivimos unos días en los que todo es muy complicado de entender. Años de “crecimiento” que nos han llevado a tener de todo se han esfumado sin saber como y ahora son los pajaritos los que disparan a las escopetas, todo está al revés y somos todos, como siempre por otra parte, los que tenemos que rescatarnos a nosotros mismos de la desfachatez de unos pocos, que nos han arrastrado a una situación desastrosa.
Es en esta época donde lo más simple es lo más bonito. Donde la amistad es la fortaleza más grande. Cuando tener un apoyo y un amigo no tiene precio comparado con los políticos y las primas de riesgo, los rescates y los desahucios.
Cultivad los amigos, que crecerán como una alubia mágica y se harán grandes y seguro que estarán ahí cuando los necesitéis. Siempre. Incondicionales.