De las cosas más sencillas salen las cosas más deliciosas. El que escribe visita la cocina de Smitten para provocarse a si mismo que se le haga la boca agua -con estos calores cualquier medio para refrescarse es bueno-. De allí viene esta receta. Thanks!.
Eso si, uno de los ingredientes de hoy es de alto riesgo. La pasta filo es una cosa que si viniera de la piel de un recién nacido o de un susurro al oído no sería tan sensible. Pero la pasta filo es harina y agua y para trabajar con ella o tienes un laboratorio de ambiente controlado con 98 por ciento de humedad o deber ser rápido, muy rápido.
Hoy, corriendo corriendo, la hemos rellenado de setas, quesos, jamón, en definitiva, de los ingredientes que tu puedas tener a mano en la nevera porque de cualquier manera están ricos.
· Pasta filo y Mantequilla
Rellenos
· Queso Roquefort, Cebolleta y Setas
· Queso rulo de cabra, Piñones y Vino Pedro Ximenez
· Jamón York y Queso
Preparamos los rellenos de esta receta de una manera muy básica.
El relleno de setas se prepara rehogando la cebolla y añadiendo después las setas muy picaditas -aviso, hoy todo hay que cortarlo pequeñín-. Cuando estén, apartamos del fuego y añadimos el queso azul que prefiramos.Igualmente preparamos el rellenos de queso de cabra. Con cebolleta rehogada y un puñado de piñones a los que emborracharemos con PX. Una vez reducido añadimos el queso.
Los de jamón york y queso son los más complicados.
Para preparar los triángulos tomamos dos hojas de pasta filo -cuando las compréis vendrán en un paquete de quinientas hojas como los folios-, ya que las nuestras no funcionaban bien con una sola y las untamos de mantequilla con una brocha.
Cortaremos la hoja en tiras de unos diez centímetros de ancho y todo lo largo que esta sea.
En una esquina colocamos un bocado de relleno.
Plegamos la tira para que quede un triángulo, igual que si comenzásemos a hacer un avión de papel.
Seguimos plegando, como indican en la receta original, como si fuese una bandera. Es curioso esto, ya que solo recuerdo plegar así las banderas de las películas, cuando un soldado muere y le dan la bandera a la familia.
No os preocupéis si vais viendo que un lado se queda abierto. Al llegar al final de la hoja estarán todos bien cerrados.
Untamos el último borde con mantequilla y cerramos. Recordad que todo esto se hace corriendo, corriendo, para que no se seque.
Precalentamos el horno a 250º C. Solo hay que esperar a que doren nuestras escuadras y cartabones. Y lo hacen rápido, rápido. Y cuando salen queman. Queman.