Los pueblos huelen a campo. Y los días de lluvia el campo huele a tierra mojada y a hierba fresca. Los que han disfrutado alguna vez de un día así saben a lo que nos referimos. Esos días son distintos. En el campo, donde la mayoría de la gente además no puede ir a trabajar la tierra, esos días tienen mucha más vida, todas las chimeneas humean y los paraguas pueblan las calles.
Esos días me recuerdan a estas gachas. En mi infancia llegaban los días de lluvia y frío y las gachas se hacían comida oficial. Quitan el hambre y te dan calor por partes iguales. También se solían acompañar muy habitualmente con sardinas en salazón, bien limpias de piel y espinas. El postre, un postre tradicional de pueblo, dónde los melones se cuelgan en las cámaras de las casas para que aguanten hasta bien entrado en invierno. El ritual de subir, descolgar el melón y aguantar esa pequeña bronca de tu padre porque no le has leído el pensamiento y has descolgado el melón que el había visto ya hace dos días…
· Harina de almortas
· Panceta
· Patata
· Ajo
· Pimentón
· Cayena
· Agua
Freímos panceta en una sartén y la reservamos. En el mismo aceite freímos patata, cortada como para tortilla, pero un poco más pequeñita. Cuando están casi hechas, añadimos el ajo en láminas. Reservamos también.
En ese aceite ponemos una cucharada de harina por persona. Rehogamos. Añadimos el pimentón, mezclamos bien y comenzamos a añadir agua, poco a poco. Incorporamos bien el agua antes de añadir más, y seguimos incorporando hasta que nos encontramos una papilla con textura de bechamel espesa.
Al final añadimos los ajos y las patatas fritas, un poco de cayena y salamos al gusto. Además se pueden cortar unos trocitos de panceta y añadirlos.
La clave está en dejar cocer unos 15 minutos más, moviendo bien para que no se peguen.
Con la pancetita, mojando pan directamente en la sartén y con su sardina salada y su melón para el final. Miro por la ventana y echo de menos la lluvia.
P.D.: Si, esta es nuestra aportación al HEMC de este mes