Excepto libros o revistas de cocina de una temática concreta, gran parte de las compras que realizamos “papelería gastronómica” son para buscar inspiración. Por que no es lo mismo copiar que inspirarse y en la cocina creo que es fundamental tenerlo claro.
Porque con un litro de leche, cien gramos de mantequilla y cien gramos de harina todo el mundo hace bechamel. Y si la porcionas, la empanas y la fríes consigues croquetas. Con sabor a harina, pero croquetas. De ahí a preparar mil variantes de croquetas solo hay inspiración, propia o a partir de otros. Y quien no lo entienda es que no sabe de que va esto.
Y hablamos hoy de esto porque creemos que en la cocina tradicional esta todo prácticamente inventado. La cocina regional cubre todas las variantes culinarias que se pueden realizar con los ingredientes que se tenían a mano en cada zona y en cada temporada. Con la globalización de alimentos y mercados, comienza la verdadera revolución culinaria, esa que nos gusta entender y probar, esa que a través la experiencia de nuestras familias nunca conoceríamos. Os animamos a hacer lo mismo.
Y si, hoy la receta está inspirada en una revista. Lecturas, creo.
…